Torneo de debate
Tras la doble sesión del torneo de debate toca hacer reflexión sobre ambas jornadas y analizar la tarea tanto a nivel organizativo, como el propio debate en sí.
En cuanto a la organización del torneo, tras el anuncio de la tarea al mismo inicio de la primera sesión y con el poco tiempo disponible para organizarla, puedo decir que el grupo fué muy resolutivo y capaz de repartirse tareas y ponerse a trabajar en ellas en muy poco tiempo. Además, el nivel de participación y aportación de ideas general fué muy alto y dió pie para aportar elementos del torneo de debate que no estaban contemplados en la tarea inicial (cambio de aula, uso de cronómetros en proyector, discusiones grupales, etc). Al final de la sesión no quedó ningún cabo suelto en cuanto a organización y solo quedaba para la sesión siguiente que cada uno preparase su papel para el torneo.
Ya en la segunda sesión, la propia del torneo de debate, el grupo se puso a trabajar desde el primer momento, adecuando el aula para la celebración del torneo. Esto propició que el torneo se desarrollase sin contratiempos y en el tiempo establecido sin tener que acortar en ningún aspecto. Cada compañero/a se metió en su papel desde el inicio del torneo y esto resulto, no en una simple tarea, sino en un verdadero torneo de debate.
Como conclusión, creo que ambas sesiones fueron muy interesantes. La primera sirvió para repartir roles, ver como cada uno se desempeñaba en ellos y resuló en que el grupo trabajó en equipo para lograr el objetivo de organizar un torneo de debate en menos de dos horas sin fisuras por parte de nadie. Sobre el torneo en sí, tanto el hecho de tener que defender ideas en público como de evaluarlas, en incluso de moderar las intervenciones creo que propicia conductas deseables para el futuro desarrollo personal y profesional, ya que en la mayoría de las ocasiones esa va a ser la realidad de todos nosotros.
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